Por un lado, el reskilling busca capacitar a los colaboradores para desempeñar un puesto diferente dentro de la misma empresa, mientras que el upskilling se enfoca en la capacitación de nuevas
habilidades.
De hecho, la previsión de futuro es que para 2025, el 50% de los empleados necesitará adquirir nuevas habilidades para mantenerse vigente en un ecosistema cada vez más desafiante.
En los recientes años, tendencias como el reskilling y el upskilling definen un
nuevo panorama en el mercado laboral y la gestión de los colaboradores en
todo el mundo. De hecho, el Foro Económico Mundial (FEM) estima que para
2025 el 50% de todos los colaboradores a nivel global necesitará mejorar y/o
adquirir nuevas habilidades para mantenerse vigente en un ecosistema cada
vez más desafiante.
Sin embargo, es importante anotar que, si bien reskilling y upskilling son dos
términos relacionados con la formación y el desarrollo en las organizaciones,
la diferencia entre estos dos conceptos radica en el objetivo, ya que mientras
que el upskilling se enfoca en la capacitación de nuevas habilidades para
optimizar el rendimiento de los colaboradores, el reskilling busca capacitar
para que los éstos puedan desempeñar un puesto diferente dentro de la
misma empresa.
“De esta manera, tanto el reskilling como el upskilling son dos de las
tendencias que han marcado este año y que veremos cada vez más
presente. En este sentido, pueden ser dos potentes estrategias para fidelizar
al talento, con lo cual los departamentos de RRHH impulsan no sólo a
equipos más robustos que impactan en la productividad de la compañía, sino
que también fungen como herramientas para hacer frente a los principales
retos de hoy en día en el mercado laboral, como lo pueden ser la escasez y
la alta rotación de talento”, explica Haydeé Jaime, Marketing Communications
Specialist de Pandapé.
Reskilling y upskilling: necesidad imperante
Así, en un mundo empresarial en constante evolución, la inversión
en reskilling y upskilling se ha convertido en una necesidad imperante para
las organizaciones que buscan mantenerse competitivas. En un momento en
que la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, las habilidades y
conocimientos actuales pueden volverse obsoletos en un abrir y cerrar de
ojos. Las empresas que no se adaptan, se arriesgan a quedarse atrás en la
carrera por la innovación y la eficiencia.
Por lo tanto, el reskilling y el upskilling se convierten en estrategias críticas
para mantener una fuerza laboral adaptable y ágil. De esta manera, invertir
en el desarrollo de las habilidades no sólo se traduce en que el talento siga
siendo competitivo en el futuro, sino que también coloca a la empresa como
una firma que valora genuinamente a las personas y su crecimiento
profesional; es decir, se genera un impacto significativo en la retención de
talento y la moral.
¿Cómo aplicar el reskilling y el upskilling?
Desde la gestión del talento humano, el reskilling y el upskilling se pueden
implementar con una serie de estrategias que parten desde optimizar la
comunicación interna, aplicar encuestas de desempeño, de las cuales se
puede extraer la información necesaria para realizar diagnósticos, conocer el
sentimiento, así como las habilidades presentes y anheladas de los
colaboradores.
Con estas evaluaciones, aunado a la data que ofrece el people analytics, la
toma de decisiones de una organización se torna mucho más informada. Con
ello, desde los departamentos de RRHH se determinan cuáles son las
habilidades y el tipo de capacitación que hay que implementar para hacer
efectiva la dupla de reskilling y upskilling.
“En conclusión, las empresas que invierten en el desarrollo continuo de su
talento no solo se benefician de una fuerza laboral más calificada y
adaptable, sino que también cultivan una cultura empresarial positiva y un
ambiente de trabajo donde los empleados se sienten empoderados y
comprometidos con el éxito a largo plazo de la organización”,
concluye Haydeé Jaime.
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