Del campo a la mesa ¿cómo funciona el centro comercial más grande de América Latina?
- Yasser Ramos
- 1 abr
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Por: Yasser Ramos
Hablar del funcionamiento de la Central de Abastos es complejo, pues éste va más allá de abastecer las necesidades básicas de la población mexicana. Mucho se ha dicho sobre la Central de Abastos y la cantidad de dinero que se mueve entre sus pasillos, dejándola como el segundo centro comercial más grande de México, sólo después de la Bolsa Mexicana de Valores.
Pero ¿qué la hace funcionar? La CDAB es el corazón del comercio de la Ciudad de México, un centro financiero enorme que empieza a bombear desde la tierra caliente y húmeda del campo y recorrer muchos kilómetros en carreteras para llegar a cualquiera de sus centros de descarga.

Ubicada en la Alcaldía Iztapalapa y reconocida como el mercado más grande del mundo con 327 hectáreas, a esta Central llegan frutas y verduras de casi toda la república; cebolla de Sonora, melón de Torreón, tomate de Sinaloa, sandía de Campeche, piña de Veracruz, papaya de Mérida y Oaxaca, etc. Y, por supuesto, también es un centro de distribución al mayoreo; frutas, verduras, abarrotes, carne, legumbres, flores y hortalizas salen diariamente de la Central a diferentes regiones de la república, diríamos en el barrio, de Iztapalapa para el mundo.
La CDAB es una ciudad que no duerme y opera 24/7, desde las 10 de la noche hasta las 4 o 6 de la noche del día siguiente. Y de las 3 de la madrugada a las 7 de la mañana se considera el horario de más actividad, cuando la gran mayoría de transportes con productos arriban a la Central para descargar, también es el momento más preciado para adquirir lo mejor en productos, las flores, frutas y verduras más frescas se encuentran en estos horarios.

Por dentro, su distribución cuenta con una organización que solo los más avanzados conocen bien. Su red de pasillos está numerada y alfabetizada con zonas bien etiquetadas para lograr mantener una organización bien distribuida. Zonas como abarrotes y víveres, frutas y legumbres, flores y hortalizas, el Mercado de Jamaiquita que vende principalmente flores; aves y cárnicos, su zona de pernocta y más sectores de actividad distribuidos de la A a la X.
La Central de Abastos es un lugar surreal, vibrante, repleto de actividad y cultura. Un centro de distribución como ninguno. Nos deja pensando que a la hora de comer primero un campesino labró con paciencia su tierra para después recogerla y echarla a los camiones que viajan por horas recorriendo la República Mexicana para llegar con los comerciantes que pactarán el mejor precio y luego un diablero se llevará los pedidos hasta cargarlos a otro medio de transporte dispuesto a abastecer su mercado preferido y así, con estos ingredientes que las familias puedan preparar el mejor platillo para su hogar.
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